La insignificancia del ser humano enfrentado a la naturaleza es un tópico repetido en los deportes al aire libre. A veces, la escala de las fuerzas desatadas ante nuestros ojos sobre la superficie del planeta nos deja boquiabiertos.
Hace poco comentaba en un post, un poco de refilón, la erupción del volcán Puyehue a principios de este verano. Las erupciones volcánicas siempre me han fascinado, desde pequeño. En estas impresionantes fotografías podemos apreciar la magnitud devastadora de un fenómeno de este tipo.
El volcán tiene 2240 m y se sitúa en la cordillera andina, en la región de la Patagonia chilena conocida como la Región de los Lagos. Forma parte de un complejo volcánico que le une al Cordón Caulle y que ya entró en erupción en 1960. Entre el 3 y el 4 de junio de este año el Puyehue ha vuelto a entrar en erupción y su gigantesca nube de cenizas, que podéis ver en las fotos, alcanzó diez kilómetros de altura y cruzó el continente de costa a costa en un abrir y cerrar de ojos. Los efectos de esta nube se hicieron sentir hasta en Nueva Zelanda.