Hoy estoy contento. He corrido durante cuarenta minutos a 5:35 ¡increíble!, creo que, a excepción del tramo final de algún maratón con pajarón estrepitoso, pocas veces habré corrido tan despacio en llano. Sin embargo, me siento como si hubiese batido alguna marca personal. No me duele nada. Escribo esto con la rodilla envuelta en una bolsa de frío, por si acaso, pero no me duele nada.
Los logros personales son precisamente eso, personales, y deben medirse con parámetros individuales y temporales. Lo que hagan los demás es otra historia. Lo que hoy es un fracaso, mañana puede ser un triunfo; lo que para ti está bien, para mí puede no estarlo tanto.
La semana pasada estuve en Vignemale, subí a la Pique Longue, el Cerbillona y el Pic Central, acompañado de buenos amigos, en un día para recordar, con apenas gente, sin prisa, disfrutando de todas las sensaciones que una larga jornada montañera ofrece, desde las primeras luces del amanecer, el frío de la cima envuelta en la niebla, la conversación, el cansancio… Para mí, esa jornada fue un examen de cara al proyecto alpino de este verano. Y no las tenía todas conmigo. Durante el descenso la rodilla, a la que he dado reposo durante dos meses, se quejó un poco, pero al día siguiente nada de nada, estaba perfecta, hasta el punto que me animé a correr la Subida a Erlaitz en rollerski. Ayer lunes fui al club a tramitar el seguro para Alpes y hoy estoy aquí, escribiendo después de mi primera carrerita en mucho tiempo.
¿Será verdad que a partir de hoy las cosas van a ir mejor?
Solo espero no caer en la tentación de seguir a Carlos, a Teo, a Peio y los demás… no sea que la vuelva a cagar, como es mi costumbre.
Animo Rafa, piano piano. 5:35 ain mantxo ere ez da ezta? jeje a tope.
Ez dakit ba… Ala ere, sinatuko nuke datozen 10 urteetarako astean lautan hamar kilometro 5:35ean! Horrekin konforme, kalerik egin gabe.
Ondo izan, eta ea korrika egitera etortzen al zaren klubekoekin egunen batean.