El pasado invierno organizamos en el Club una exposición sobre esquí de fondo que titulamos “Esquí ideal, esquí de fondo” y que pretendía, a través de documentos gráficos y algunos objetos, poner de manifiesto las diferencias y similitudes de este deporte, tal y como se practicaba en el pasado y como se practica hoy. Entre otras cosas, pudimos ver varios documentales filmados por Juan Laredo en los sesenta.

Hace un tiempo, Juan me pidió una copia del vídeo que monté con aquellas películas. Yo, un poco apurado por la situación, le fui dando largas porque lo tenía (como el resto de las cosas que hago) completamente perdido. Hoy lo he encontrado, con lo que podré satisfacer la petición de Laredo y, además, aprovechar la ocasión para subirlo a Vimeo, como le dije en su día que iba a hacer.

Se trata de tres documentos con sabor añejo digitalizados por la Filmoteca Vasca (el primero un documento histórico de 1958 en Candanchú, el segundo uno técnico en Aralar de 1962 y el tercero un reportaje sobre los JJOO de Grenoble 1968), acompañados de la grabación de una de las pruebas de los JJOO de Vancouver 2010. Me encantan estos documentales de Laredo en los que podemos observar la indumentaria, el material o las técnicas de enceraje de aquella época, me encanta el estilo narrativo un poco retro y los comentarios naif que armonizan con aquella forma de esquiar y me parece brutal el contraste con el esquí de fondo supereficiente de hoy. De todas formas y, hablando de eficiencia, hay unas secuencias de Juan esquiando por el bosque en Aralar, tomadas desde el coche, que ponen de manifiesto su extrema habilidad en ese terreno. Creo que pocos esquiadores de hoy, acostumbrados a la huella y la nieve compactada por las máquinas, serían capaces de seguirle. Al César lo que es del César…