La nieve se retira, el aire huele a primavera y los torrentes rugen, ladera abajo, llevándose con ellos el manto que envuelve nuestros sueños de invierno. Normalmente, a estas alturas estoy harto de esquiar, deseoso de retomar las actividades montañeras de manga corta. Pero este año quiero que Manu conozca otra manera de moverse sobre la nieve, serpenteando sin prisa por los abruptos relieves de la alta montaña, descubriendo paisajes lejanos al lado de casa.
Caminamos en silencio, adaptando el ritmo a las circunstancias del terreno, viendo revolotear las nubes del Norte que pugnan por sortear los collados, descubriendo sorprendidos restos de nieve polvo que silencian el crujir de nuestros pasos. Dejándonos llevar por la pendiente en un baile en el que cada movimiento es una recompensa tras la larga subida.
Gozamos en la mejor compañía y en absoluta soledad, durante un sábado de Semana Santa abarrotado de gente…
Disfrutatu hirukote (edo laukote), eta gero kontatu, denok gozatu dezagun. Ondo ibili!