Arriba dura el sosiego
Nada humano lo corrompe
Eternamente refulgen
Las soledades mayores
…
Nadie lanza voz ni piedra
Que por los riscos rebote
Intacto el silencio arriba
Dura sobre los rumores
(Del poema «Las horas», Al aire de tu vuelo, Cántico, Jorge Guillén)
Y luego alguien pregunta, sorprendido, ¿qué buscamos allí arriba?: basta con subir, mirar, escuchar, para comprenderlo todo. Sin una sola palabra. O no comprender nada, nunca. Ni con un millón de palabras.
Ze polita Rafa!!!
Eskerrik asko, Miren!