Aranzadi y las pistas de Aralar

aranzadi

Comparecencia a partir de 1:53:28

Ya expresé mi opinión sobre las pistas de Aralar en un post de viejaszapatillas hace varias semanas, pero esta comparecencia me da pie para volver sobre el tema.

La verdad es que esperaba con cierto interés la presencia de Aranzadi ante la comisión de Medio Ambiente de las Juntas Generales para informar, a petición de estas, sobre el punto de vista de la sociedad científica en este asunto. Siempre es interesante la aportación de argumentos desde distintas sensibilidades y, si los argumentos están revestidos de cierta objetividad, mejor.

Sin embargo, la comparecencia ha sido absolutamente decepcionante desde mi punto de vista. Y no por la postura de Aranzadi, que es la que esperaba tratándose de una asociación implicada tradicionalmente en la defensa medioambiental, sino por la forma endeble en la que la ha argumentado. Sospecho además que, a la pobreza dialéctica de la exposición de sus tres representantes, se une, lo que es peor, la falta de solidez de los argumentos.

Juantxo Agirre comienza su exposición con un relato de méritos de la sociedad que representa para adjudicarse, de alguna manera, una autoridad moral sobre este tema concreto que más que en la trayectoria histórica debería estar basada en las explicaciones científicas. Se autoadjudica el mérito de las subvenciones nominativas a pastores, como si no hubiese otros agentes que trabajan y han trabajado históricamente en favor del sector. Pero bueno, no viene al caso. Metidos en harina y tratando de entresacar el grano de la paja, aunque me ha costado sintetizar, creo que argumenta:

1 El valor del Parque Natural de Aralar como elemento de ocio que se vería comprometido por el impacto paisajístico.

2 La destrucción irreversible del suelo debido a las pistas. Un suelo especialmente vulnerable por las características del terreno.

3 El riesgo de contaminación de los acuíferos que surten de agua a la comarca.

4 La falta de efectividad de una infraestructura de pistas como sostén de la actividad pastoril/ganadera que Aranzadi defiende dentro de unas dimensiones compatibles.

5 El fraude de ley con respecto a las normas y leyes que deben gestionar el uso del entorno.

Vayamos por partes:

1 Según Aranzadi, el Parque Natural de Aralar como elemento de ocio da servicio a un colectivo que cifra en 50000 personas, incluidos 12000 y pico cazadores (que a nada que sepa yo de la idiosincrasia de estos, no creo que vayan a poner muchas objeciones a las pistas, pero bueno). Las pistas destruirían el atractivo paisajístico de Aralar. Es este un argumento subjetivo a tener en cuenta, sin duda, a la hora de contraponerlo a otros, quizá de más peso. Hay que denunciar, de todas formas, el uso sistemático de imágenes de obra, previas a la revegetación de los movimientos de tierras, que siempre son más impactantes, aunque no den una muestra real del resultado final.

2 Respecto a la destrucción del suelo, sin duda el argumento de más peso, las consideraciones que hacen los representantes de Aranzadi son generales y apriorísticas, sin ceñirse a las actuaciones concretas ni cuantificar sus daños, es una especie de “todos sabemos que las pistas destruyen, sabemos además que un terreno cárstico con una cubierta pobre es más vulnerable, luego: no pistas”. En cuanto a la irreversibilidad de la actividad humana en general, sí que se argumenta, al final de la comparecencia, sobre la capacidad de regeneración del paisaje en caso de abandonar la actividad ganadera (según Juantxo Agirre, en 150 años). Además, hay una evidente contradicción en la argumentación cuando se dice que la finalidad de tal tramo de pista “no se entiende”: ¿a qué estamos, a no pistas en absoluto o a no pistas con ese trazado concreto, pero sí otro?

3 El riesgo de contaminación de los acuíferos, expresado con mucho dramatismo por dos de los representantes, no se sabe qué tiene que ver con las pistas. Se intenta hacer una ligazón argumental entre pista y prácticas inapropiadas y potencialmente contaminantes dentro del parque. Así, se habla de lavadoras en las bordas, como si el hecho de que las haya o no dependiera de las pistas y no de la vigilancia en la aplicación de una normativa si se necesita. Paco Etxeberria habla de la contaminación con lindano (prohibido desde hace tiempo, pero no en el parque, sino en todas partes) durante la desparasitación de las ovejas en el corazón de Aralar hace años. ¿Qué tiene que ver esto con las pistas? ¿No será más fácil bajar las ovejas a desparasitar, si fuera necesario, con pistas que sin ellas? Habla del abonado químico con avionetas practicado en algún momento ¿Qué tiene que ver esto con las pistas? ¿No está metiendo en el mismo saco todos los demonios conocidos para construir una película de miedo? Creo que nadie dice que toda clase de actividad dentro del Parque Natural no deba ser regulada. Se llega a hablar, en la comparecencia, de los bunkers de Igaratza, que llevan allí desde 1974 ¿Qué tiene que ver esto con las pistas?

4 Aranzadi hace una reiterada declaración en favor de los usos tradicionales del pastoreo y la ganadería y dado que se habla de un colectivo pequeño, aboga por la toma de medidas individualizadas. Me parece un buen argumento. Sin embargo, utiliza otro que se ha repetido bastante en este tema y es el de la culpabilización de los ganaderos. Se insiste una y otra vez de manera machacona y reprobatoria (me refiero a otros ámbitos también, fuera de esta comparecencia), en el hecho de que muchos ganaderos tienen esta práctica como economía complementaria porque trabajan en la fábrica o, esto lo he oído por primera vez de boca del representante de Aranzadi, porque tienen un negocio de hostelería. Me parece un argumento indignante. Creo que cualquiera que viva en este país y quiera de verdad que siga habiendo caseríos que funcionen como tales (y no como chalets con vistas), pastores en los montes o ganaderos que tengan su ganado en el monte, sabe que esas economías complementarias son muchas veces la única forma de equiparar la estabilidad de los ingresos familiares de la actividad rural tradicional, con la actividad urbana. Acusar al ganadero o al casero de trabajar en la fábrica, como si esto fuera un delito, es un argumento ruin. Aranzadi considera el gasto excesivo e ineficaz. Nuevamente estamos ante un juicio de valor. Deberán ser los gestores administrativos y la propia sociedad, quienes decidamos cuánto estamos dispuestos a gastar de nuestros impuestos, no para salvar 120 puestos de trabajo, sino un determinada actividad tradicional que define a un sector económico, a una cultura y a un paisaje. Si es mucho o poco, lo decidiremos los ciudadanos a  través de nuestros representantes políticos, no Aranzadi. En cuanto a la viabilidad de ese proyecto, es posible que no funcione, que no sea la solución, pero ese, nuevamente, es un riesgo que la sociedad debe decidir si asumir o no. Respecto a la queja, también reiterada de la “fractura social” creada por esta actuación, parece que estos señores de Aranzadi vienen de otro planeta. Si una actuación es polémica, es polémica, se discute y se argumenta para decidir, nuevamente donde se debe de decidir.

5 Finalmente, respecto a la ilegalidad del proyecto, Aranzadi no hace más que un apunte de interpretación, muy poco elaborado. Bien es cierto que el proyecto está denunciado y los estamentos judiciales en marcha se pronunciarán.

Tras la exposición de Juantxo Agirre, los representantes políticos presentes en la comisión interrogan por orden para ampliar información, estableciéndose un par de rondas de preguntas/respuestas bastante clarificadoras:

La representante del PSE se limita a agradecer la información facilitada, sin más. El representante del PP reconoce su ignorancia sobre el tema, comentario que le honra por sincero, y hace una pregunta muy acertada que planeaba a medida que el representante de Aranzadi avanzaba en su discurso y que yo también hubiese hecho: declarando Aranzadi reiteradamente su apuesta en favor del pastoreo y la ganadería en el Parque Natural y reconociendo, como lo hace, el descenso de la población pastoril “debido a razones de globalización, no por las dinámicas económicas del territorio”, ¿cuáles son las alternativas concretas que sugiere para apoyar al sector? Curiosamente, como toda respuesta, se afirma que no hay que tener prisa para buscar soluciones. Esto obviamente es una “no respuesta” y sorprende que, precisamente Aranzadi, que según se nos ha dicho, lleva 70 años pegado a la realidad del pastoreo en Aralar, que, como se nos ha insistido, tiene un conocimiento exhaustivo de las características económicas, patrimoniales y naturales, desde la flora, la fauna, la geología, hidrografía, evolución del clima, etc… de ese territorio concreto, no tenga una idea, ni siquiera un mapa mental de las actuaciones más recomendables para sostener la actividad tradicional en equilibrio con el medio natural, que dice defender y reconoce en crisis. No digo que tengan un plan de actuación detallado y preciso, pero, ¿que no tengan una opinión? ¿que se limiten a decir que hay que ir despacio, caso por caso, ser ingeniosos y preguntar en la Universidad? Da la impresión de que no se quieren mojar. Realmente, el problema lleva ya muchos años para no tener ni siquiera una idea sobre lo que conviene, sobre todo, cuando se tiene tan clara respecto a lo que no conviene.

La representante de EH Bildu plantea algunas preguntas interesantes, pero parece que no ha sentado bien el culo en la silla, mitad dentro, mitad fuera, igual que sus compañeros de partido en este tema. Está tan incómoda que salta a polemizar con su compañero del PNV a la mínima, confundiendo, al parecer, lo que es una comisión informativa con una sesión de debate, aportando crispación y mal rollo. Es normal, EH Bildu en este asunto se debate en un maremágnum demagógico de nadar y guardar la ropa electoral.

Los más serios me han parecido los representantes de Podemos y PNV, este último el más puesto, que, aun desde posiciones encontradas, han planteado las cosas en su justa dimensión y se les ha visto interesados e informados. La representante de Podemos ha planteado las dudas lógicas que preocupan a la sociedad desde una perspectiva de sensibilidad medioambiental, acorde con su postura legítimamente opuesta al proyecto de las pistas y el del PNV, por el contrario, ha defendido el punto de vista de la mayoría del espectro político guipuzcoano, que apoya el proyecto. Ha defendido su legalidad, aunque ahí la última palabra la tendrán los jueces y ha subrayado perfectamente la subjetividad de algunas de las opiniones vertidas por Aranzadi.

Creo como resumen que el gesto serio, crispado y pretendidamente enérgico de Juantxo Agirre no se ha traducido en una argumentación incontestable. Ni de lejos, todo lo contrario. Sus compañeros tampoco le han ayudado, ni mucho menos, con un discurso disperso y anecdótico. Cuando alguno de los políticos pregunta si Aranzadi ha pulsado la opinión de los pastores, si ha hablado con ellos, no se puede contestar que le has comprado 25 quesos este año a no sé qué pastor. Cuando se te pregunta si Aranzadi ha estudiado la forma de solucionar estos problemas en otros entornos geográficos diferentes, no puedes contestar que has subido todos los montes de la geografía vasca y la conoces bien.

Hay una cosa que Marko afirma de una manera un tanto peculiar y es que “en Francia viene el gendarme y tacatá (haciendo un gesto con la mano)”, refiriéndose a las sanciones a las que lleva el incumplimiento de la norma. Es también un buen argumento. Y estoy de acuerdo, opino que el problema no está en las pistas, creo que su daño, tanto estético como erosivo, es perfectamente asumible. El problema está en el uso, en la regulación y sobre todo en la vigilancia de la aplicación de esa regulación. En cuanto a la última afirmación que hace y que, a la postre, me da la impresión de que es el argumento más consistente que se le ocurre, ese de que los montañeros tenemos algo que decir al respecto, porque también es nuestro territorio (punto 1 de la argumentación), le veo el mismo problema que les veo a otros debates medioambientales de este tipo: veo al esquiador empeñado en que se amplíe la superficie esquiable de “su estación”, defendiendo “sus” intereses por encima del conjunto. Aquí es el montañero el que defiende “su terreno de juego” adaptado a “sus” intereses.

Soy montañero, pero no puedo compartir ese punto de vista egoísta e insolidario. Sobre todo cuando sé que hay otros grupos sociales mucho más comprometidos con ese paisaje, porque forman parte de él.

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11 respuestas a Aranzadi y las pistas de Aralar

  1. Joseba dijo:

    Gogoeta bikaina, Rafa. Guztiz ados. Nire ustez, azpiegitura berriei buruz beti pentsatu behar dira gauzak ondo, oso ondo, ezer egin baino lehen. Baina jasangarritasuna garapena ahalbidetzeko moduan pentsatu behar da beti, bestela eztabaida antzua eta hipokrita izan daiteke, eroso bizi garen kaletarron idealismo faltsua. Nik ere uste dut pista bateragarri izan daitekeela Aralarren garapen iraunkorrarekin, betiere beharrezkoa den luzera txikienean eta ingururako ezaugarri egokienekin egiten bada.
    Beste arlo batera jauzi eginez, gogorarazten dit zaborren errausketa zer eztabaida absurdora eraman nahi den. Zentzugabea iruditzen zait errausketa printzipio gisa ukatzea eta berziklatzearen kontra ikustea.

    • Eskerrik asko, Joseba, zure komentarioarengatik, lagungarria egiten zait oso. Egia esan, ez zait batere erraza egiten, nire mendizale inguruan, pisten alde argudiatzea… orokorrean mendiarekiko sensibilitatea daukagun jendearen artean, askoz errazagoa da kontrako jarrera mantentzea. Jendeak, kontra ba da, ozen adierazten du (politikoki zuzena denez), askotan azaleko hausnarketa eginez, baina alde izanez gero, isiltasunean mantentzen du bere iritzia. Baina, ba dakizu, isilik geratzen ez ziguten erakutsi eta koherentzia zuzentasun politikoaren gainetik jartzen aspaldian ikasi genuen.
      Besarkada bat!

  2. Andu dijo:

    Hola Rafa! Hago el comentario aquí porque tampoco me apetece discrepar contigo ante un público más amplio sino haciéndome a la idea de que lo estamos haciendo compartiendo un café o una cerveza frente al fuego.
    Estoy de acuerdo contigo en que la exposición de Juantxo no fue todo lo rigurosa que hubiera debido ser, que Paco se limitó a argumentar con anécdotas, aunque alguna de ellas en mi opinión de gran valor y que demuestra el cambio de sensibilidad, iba a decir que de la clase política, pero diré que de la sociedad en general ante temas en los que hace unos años había un gran consenso que hoy parece roto como es la defensa y conservación del medio natural. La historia de las antenas que en su día se quisieron poner en Ganbo creo que en ese sentido fue esclarecedora. Las intervenciones de Marko fueron bastante «tristes» por no utilizar algún calificativo más rotundo.
    Independientemente de los datos barajados y de su mayor o menor exactitud para mi hay varios puntos fundamentales que hacen que mi postura sea radicalmente contraria a la realización de más pistas en el corazón de Aralar (Alotza y Aritzaga fundamentalmente):

    Todo el proceso está siendo muy oscuro. No ha habido presentación pública del proyecto (si se le puede llamar así porque por lo que se, se han marcado las pistas en ortofotos y poco más). El proyecto no se discutido en ningún foro. Los alcaldes de los diferentes pueblos de la Mancomunidad (supongo que al menos con el visto bueno de sus grupos de gobierno) han dado su voto sin plantearlo siquiera en ningún pleno. Aún siendo un proyecto integral se ha planteado de forma parcial para saltarse el estudio integral de impacto ambiental, que parece ser muy completo y exhaustivo, por uno simple que debe de ser un mero trámite. No se ha valorado ninguna otra alternativa como podría ser utilizar bordas vacías a pie de pista (debe de haber más de una. Yo sitúo en este punto la mención que hizo Marko a los barracones de Igaratza, supongo que se refería a que se podrían utilizar como bordas para los pastores). No se han tenido en cuenta datos que para mí son fundamentales como:
    – ¿Cuál es la situación de los diferentes ecosistemas que hay en Aralar? Hay voces cualificadas que apuntan a la necesidad de reforestación de algunas zonas de la parte Guipuzcoana de Aralar. – ¿Cuál es la salud de los pastos? Parece ser que en este momento la presión animal sobre los pastos es excesiva, en algún estudio se habla de un máximo de 25.000 cabezas de ganado y en este momento hay unas 30.000 con un número muy alto (excesivo para algunos) de vacas y yeguas que tienen un impacto mayor sobre los pastos.
    – Aralar tiene una red de pistas que llegan desde Amézketa hasta los 950 metros de Ariñate, desde Zaldibia hasta los 900 metros de Gorskintxu y Enerio y los 850 metros de Intzensao y desde Navarra, hasta los 1200 metros de Aralar. Un expectador externo de toda esta polémica sobre las pistas y vistas las argumentaciones de los que estáis a favor de ellas podría pensar que los pastores viven como hace 100 años, y nada más alejado de la realidad. En este momento hay 36 pastores profesionales que pasan entre 4 y 6 meses en las bordas. Las pistas actuales llegan a 22 bordas por lo que son 14 los pastores que no tienen acceso directo hasta ellas, pero la mayoría de ellos llega en menos de 30′ caminando desde donde dejan el coche. La única majada que queda de verdad muy a desmano es la de Latosa, y aunque está previsto que hasta allí llegue una pista a mi me parece una barbaridad terrible por la pendiente de esa ladera y por el desnivel a superar entre otras cosas. ¿No sería interesante relativizar la magnitud del «problema» y buscar soluciones menos agresivas? Quizá con reubicar a algunos de esos pastores sería suficiente. Además no estaría de más tener en cuenta que este «proyecto» tiene un presupuesto de nada más y nada menos que 2 millones de euros.
    – ¿Qué podemos hacer para mejorar las condiciones de vida y trabajo de los pastores y ganaderos y que el pastoreo tradicional tenga futuro en Aralar respetando los valores y recursos naturales, arqueológicos y paisajísticos de la sierra? Mi impresión es que se está haciendo todo deprisa y corriendo, con unas miras muy cortas e interpretando toda la normativa al límite de la ley (o incluso fuera de ella).

    Bajo mi punto de vista la degradación del paisaje va a ser dramática e irreversible. Las pistas se están haciendo y se van a hacer superando grandes desniveles y no sólo en pradera sino también en zonas rocosas. Por muy bien que se haga la revegetación el impacto va a ser enorme y no soy muy optimista porque de momento la obra se está realizando de forma muy chapucera y con prisas. En cuanto al tema de la contaminación está claro que el peligro existe al aumentar en gran medida el tráfico de vehículos a motor y la posibilidad de llevar más materiales contaminantes hasta esas cotas, aunque la verdad este no es un tema que me preocupe mucho.

    No estaría de más como apuntaba Juantxo Agirre Mauleón hacer un estudio socio-económico. Analicemos bien toda al actividad económica que se desarrolla en Aralar en torno a la ganadería. ¿Cuántos animales tiene cada uno de los 120 pastores y ganaderos? ¿Cuál es su actividad económica?¿Hacen queso, venden corderos, terneros y yeguas para consumo…? ¿Qué subvenciones tienen cada uno de ellos? Me temo que nos llevaríamos una sorpresa.
    Este punto a mi entender es muy importante. Creo, aunque quizá esté equivocado, que en este momento la actividad ganadera en Aralar es viable gracias a las subvenciones, sin ellas no habría apenas pastores allí arriba. A mi me parece bien y creo que es un dinero bien invertido. Yo también creo que debemos mantener esta actividad ligada desde hace cientos o incluso miles de años a Aralar, pero lo que no puedo admitir es que una actividad inviable económicamente y mantenida gracias a las subvenciones nos imponga unos costes ambientales inasumibles (en mi opinión).

    No se lo que ocurrirá con el pastoreo se hagan o no se hagan las pistas, pero está claro que si la tendencia sigue en unas décadas no quedarán pastores como los entendemos ahora y está claro que sin animales Aralar cambiaría. A mi también me gusta Aralar como la he conocido hasta ahora y no quisiera que cambiase. Quizá en unos años sea la Diputación la que deba gestionar el pastoreo en Aralar con personas contratadas exclusivamente para ello. Quién sabe.

    Apuntabas que para ti no es fácil estar a favor de las pistas perteneciendo a un entorno montañero. Te entiendo perfectamente. Para mi haberme posicionado públicamente en contra de las pistas está teniendo un coste emocional bastante alto ya que aunque parte de mi círculo de amistades pueda estar de acuerdo conmigo gente muy cercana está absolutamente a favor de las pistas y ven mi actitud como una traición.

    Un abrazo Rafa y parece que con la que ha caído la temporada de esquí está asegurada!

    Andu

    • Yo también comprendo tu situación y valoro, como decía en el comentario anterior a Joseba, que antepongas la coherencia de tus planteamientos a la comodidad del silencio o a lo políticamente correcto en tu medio. Sin duda, al final son quienes se posicionan y discrepan, los que empujan a la reflexión, aunque a veces resulte incómodo.

      Ba dakizu zure iritzia baloratzen dudala. Naiz eta kasu honetan gure ikuspegiak desberdinak izan, zuk azaldutako gauza asko ulertu eta partekatzen ditut, naiz eta konklusio berdinera ez iritsi. Hala ere, ziur nago zuk eta zuk bezalako askok egiten duzuen ekarpena zintzotasun osoz egiten duzuela, ez nago erabat ziur, aldiz, irakurritako hainbat komentarioengatik, sentimendu hori elkarrekikoa ote den.

      Besarkada bat zuri ere, Andu!

      • Andu dijo:

        Garbi izan Rafa nire ekarpena zintzotasunez egiten dudala, zuk zurea bezala, hortaz ez dut dudarik. Hori bai, prozesua aurrera eramaten ari den erak asko mintzen nau, eta zin dagizut, ahaleginak eginda ere ezin dut pisten aldeko aldarrikapenak inondik-inora ulertu.
        Ondo segi Rafa eta espero det luzaroan gure ideiak, nahiz eta ados ez egon, errespetoz eta irmotasunez defendatzen jarraituko degula.
        Besarkada bat.

  3. Enrique dijo:

    No quiero en este momento entrar en la polémica sobre las pistas de Aralar, entre otras cosas porque antes voy a procurar conseguir más información de la que tengo, que no es poca pero tampoco me parece suficiente.

    Lo que sí quiero es dejar constancia de dos dudas que me suscita el planteamiento de Rafa Elorza, montañero veterano como yo y con el que seguramente habré coincidido en algún momento aunque ahora no lo recuerde.

    Vaya por delante que no son cuestiones que afecten al fondo del asunto, sino a su exposición.
    La primera duda me surge cuando Rafa dice que el asunto lo resolverán los ciudadanos “a través de nuestros representantes políticos y no Aranzadi”. Evidentemente, Aranzadi no decide y sí lo hacen nuestros representantes. Pero ¿significa eso que no puede una entidad reconocida o un movimiento social discrepar abiertamente de nuestros representantes políticos, manifestando y argumentando pacífica y públicamente esa discrepancia? ¿Está deslegitimada una entidad como Aranzadi para llevar la contraria -incluso hablando de gasto económico- a nuestros representantes elegidos para decidir? ¿Significa eso renegar de todos los movimientos sociales de nuestra historia? Seguramente no es eso lo que quiere decir el escrito, pero se presta a esa interpretación.

    El párrafo final afirma que existen otros grupos sociales mucho más comprometidos (que el montañero, se entiende) con ese paisaje, porque forman parte de él. Hombre, uno ha visto cómo ha cambiado el paisaje de nuestros montes en los últimos 50 años y la verdad es que, aún considerando las necesidades de las personas que viven del campo, del monte, el resultado no es muy alentador en lo que a conservación se refiere. Y es lógico hasta cierto límite, porque la pugna entre la sostenibilidad a largo plazo y la explotación a corto no es algo siempre fácil de resolver y no hay una solución única ni mágica.

    En el fondo una cuestión tan sensible como esta del Parque Natural de Aralar parece que hubiera necesitado de un profundo estudio de impacto ambiental y de un preciso estudio socio-económico previo –tal como dice Andu- y por lo que parece esos estudios no se han hecho. Y lo peor es la sensación de que no se van a hacer porque la decisión ya está tomada prescindiendo de ese paso previo tan trascendental.

    Y un último punto. Solo he visto el vídeo de la declaración de Juantxo Agirre, de Aranzadi, ante las Juntas. Podrá discutirse sobre sus argumentos y sobre sus datos, pero yo desde luego no vi –insisto, en ese tramo de su intervención- a un Juantxo crispado ni pretendidamente enérgico. Serio sí, pero el asunto no es para menos.

    • Respecto a la primera pregunta, quizá no me he expresado bien, efectivamente, Aranzadi tiene el derecho a opinar y ser escuchado, es más, para eso ha sido invitado a la casa de los políticos. Lo que quiero decir es que, cuando entra a valorar si gastamos mucho o poco en algo, creo que está entrando a hacer un juicio de valor que no le compete. Si algo merece o no ese gasto, es una valoración muy subjetiva, que dependerá de la escala de cada cuál, que corresponde a los ciudadanos (informados por los expertos) que lo decidirán (a través de sus representantes políticos).

      Sobre la segunda puntualización, me mantengo en que hay grupos sociales, el de quienes habitan y viven del entorno de montaña según prácticas tradicionales, a veces milenarias, que deben ser tenidos en cuenta de manera prioritaria. Antes que los montañeros usuarios esporádicos del entorno. Y, de paso, quiero hacer aquí una aclaración: este planteamiento se acepta como preceptivo cuando hablamos de un entorno de montaña humanizado como el que estamos tratando. Otra cosa es la gestión de entornos deshabitados (por humanos), como la alta montaña, por ejemplo. Ahí sí que el medio se convierte en protagonista principal, diría que casi único, de toda actuación. Es a lo que me refería cuando en el otro post hablaba de que esto no es Yellowstone y que creo que alguien no lo ha entendido bien. Aralar, donde la actividad humana está imbricada en el propio paisaje desde hace siglos, debe tener un enfoque absolutamente diferente. Creo que es una obviedad y todos lo sabemos, pero a veces hacemos planteamientos ambiguos que parecen corresponder al otro contexto. Insisto, un parque natural es una figura protectora y en el caso que nos ocupa, tanto como el hayedo, la fauna o el edificio cárstico, debe proteger a sus pastores o ganaderos. Igual que la desaparición del bucardo fue un fracaso del proyecto de Ordesa como parque natural, la pérdida de la actividad del pastoreo sería un fracaso del proyecto de Aralar como parque natural. Y volviendo al primer punto: ¿podemos cuantificar económicamente la pérdida del bucardo? ¿podríamos cuantificar la pérdida de la actividad pastoril? Claro que podemos, pero no objetivamente, sino desde el valor subjetivo que le demos tú y yo como ciudadanos, eso no lo va a dictar ninguna comisión de expertos ni ninguna sociedad científica.

      Finalmente, sí que veo en Juantxo Agirre un tono de profesor enfadado, aunque es una apreciación subjetiva que entiendo que puedes no compartir y que tampoco va a ninguna parte.

      Muchas gracias por tu comentario y un saludo. ¡Nos vemos por Aralar! (Aunque no nos reconozcamos).

  4. Pingback: Enirio – Aralar: pistas sí, pistas no |

  5. Manuelaáaá dijo:

    .La única pista que penetra en los terrenos de la Mancomunidad de pastos de Aralar y por lo tanto permite el tráfico rodado en su interior es la que partiendo de Arrateta ( Ataun San Martín en los límites del Parque) por cualquiera.de sus dos ramales ( primero carretera y después pista)pasa por Intxusti y termina en Errekabeltz. Todas las demás conexiones que aparecen en los mapas son caminos. Para alcanzar cualquier lugar de la Mancomunidad de pastos en todoterreno es necesario utilizar esta pista,.cerrada 400mts antes de Errekabeltz, para todo aquel que no sea personal autorizado. Todas las pistas rodadas de la Mancomunidad de pastos parten de Errekabeltz y para llegar a cualquier borda no es posible más que un único recorrido posible. No hay pistas transversales. Así es y así seguirá siendo a la vista del proyecto de las dos nuevas pistas. Los pastores de Doniturrieta garakoa y bekoa están obligados a pasar por Guarda Etxe(Navarra)para llegar a sus bordas. Para alcanzarlas tienen además que circular 2,5 Km casi, campo a traves. Con el nuevo ramal de pista prolongación de Errekabeltz- Emitió a Doniturrieta garakoa (2,5 km) estos pastores eliminarán mas de100 km de su recorrido a veces diario.y ademas dejarán de circular campo a través.No se pueden confundir las pistas del Parque Natural que llevan tropecientos años construidas y las pistas de la Mancomunidad que son las que están centrando la discusión. Otra consideracion, los planos reflejan la realidad, pero muchas veces no desarrollan la información de una forma fácilmente comprensible o quizás no se interpreta la información correctamente. Lo mejor ? Estudiar el Proyecto.despues pituonerse las botas y ver la realidad.( Como aquel chiste de Franco pero al revés.Menos leer panfletos y más viajar) Previamente informarse bien lo que es el Parque de Aralar y lo que es la Mancomunidad de pastos, comprobarlo in situ y después sacar conclusiones.

  6. Manuelaáaá dijo:

    Dos erratas.Enirio por Emitió por Emitió y ponerse por pituonerse

  7. Juanjo dijo:

    1. Se ha ocultado o no existe un estudio socio económico del pastoreo y ganado en Aralar. De los 120 ganaderos y pastores solo 45 son profesionales, para el resto es su hoby y en algún caso excepcional un dinero extra. Si ser pastor hoy en día tiene una escasísima rentabilidad en terrenos privados, habrá que buscar soluciones, si las hay, pero Aralar y sus pistas no solucionan un problema de profundo calado, solo son soluciones subencionadas a corto plazo. ¿Cuantas cabezas de ganado ? ¿Quien controla su entrada y salida, cuantos se cuelan ? ¿Cuantos vehículos pasan por las pistas sin autorización, quien tiene las llaves de las puertas de las pistas, quien las abre y cierra ? ¿DONDE ESTA ESE ESTUDIO SOCIO ECONÓMICO, EXISTE ?

    2. Lo BONITO de los pastos no es directamente proporcional a natural, a biodiversidad ni cuidado del medioambiente, los matorrales son tan o más necesarios como los pastos.

    3. La única manera de mantener la tierra y prevenir de su «desertización» por sobrepastoreo y lluvias que la arrastran dejando grandes calvas de piedra, que van aumentando espectacularmente en Aralar, es mediante el proceso natural de matorral a bosque.

    4. Estamos perdiendo biodiversidad y se supone que los Parques Naturales son el santuario de su recuperación.

    Siempre he sido profesional del sector ganadero, apasionado criador, amante de la naturaleza,… y este cuento de hadas que nos han contado de las ventajas del pastoreo para la naturaleza, de su necesaria presencia es una buena cortina de humo de intereses monetarios personales, de mantener las ayudas del PAC y del Gobierno Vasco (si se plantan más de 100 árboles por Hectárea ya no hay ayudas del PAC). ¿Por qué no hacemos una dehesa con una densidad de 99 árboles por hectárea? ¿Por qué no invertimos en recuperar, las recuperables, esas calvas de piedra para pasto, matorral o bosque ? ¿Por que hemos de subencionar a aficionados y sus hobys ?

    NO SOBRAN PASTORES PROFESIONALES Y CUIDADOSOS CON EL MEDIO, SOBRAN PERSONAS QUE ANTEPONEN SUS AFICIONES Y BENEFICIOS PERSONALES AL BENEFICIO DE LA NATURALEZA Y CONSECUENTEMENTE AL DE LA HUMANIDAD.

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