Hay dos perros que ladran de vez en cuando, un caballo castaño que brinca y corretea por el prado vecino, otro caballo blanco que lo observa un tanto sorprendido. Visitantes que preguntan, curiosean. Una pareja de catalanes que fruncen el ceño al descubrir lo pulido de la roca. Otros tres un poco más arriba. Paseantes que se cruzan con algún conocido y se detienen a conversar. Caminantes apresurados cumpliendo el ritual de jadear durante unos minutos. Un hombre gordo, sin camiseta, sentado en el banco al sol, dispara a todo el que se cruza por delante. Es de Zamora, lleva cincuenta años viviendo en Hernani, pero no pierde ocasión de visitar su pueblo natal. Desde que se jubiló, pasa allí los veranos. Dentro de un mes se irán allí. En realidad, tenían que haberse ido ya, en Semana Santa, como todos los años, pero a su mujer la operaron de la vesícula en febrero y todavía no se ha repuesto del todo. Me pongo al corriente mientras bloqueo, sujeto a una presa lateral con la mano derecha, para chapar con la izquierda en una postura un poco forzada, con los pies en adherencia. Pasan dos tíos corriendo, uno en bicicleta. Un casero para la furgoneta y, con la ventanilla bajada, saluda a un paseante acompañado de un spaniel nervioso. Hablan de caza, de puestos, de viajes, de algún lugar de Soria donde se reúnen para cazar. Llego al descuelgue y le digo a Xabi que me baje. Una chica, con malla de colores chillones y una cantimplora, ha ocupado el lugar del gordo. Toma el sol mientras mira a los escaladores. Xabi se seca la suela de los gatos antes de acercarse a la pared. Hoy hay poca gente en Santa Bárbara, están todos de vacaciones. Se está bien a la sombra, vía va, vía viene. Apretando lo justo. Buena temperatura, a la sombra. Para escalar en manga corta, para asegurar con jersey. A la tarde hará calor. Pero a la tarde nosotros estaremos a otra cosa. Recogemos los bártulos, Xabi tiene comida y antes de que empiece a dar el sol, se viste de guapo y llama:
– En un cuarto de hora estoy en el restaurante.
Tonto, tonto, seis vías para desentumecerse este inicio de temporada. Recuperando las rutinas placenteras.