
Foto: Andoni Ramos CVCEPHOTO
Ayer celebramos la Ceremonia de entrega de premios de CVCEPHOTO, el concurso internacional de fotografía de actividad de montaña del Club Vasco de Camping, pero no quiero hablar sobre el concurso en esta entrada. Después de meses de trabajo, de una semana muy intensa y un sábado trepidante, estoy un poco saturado.
Me quedo de momento (ya llegará el tiempo de los análisis) con la satisfacción de nuestros invitados y con el rato de relax postceremonia, tomándonos un mojito de madrugada, en la calle, a la fresca de una noche casi de verano, en compañía de José, Alberto, Andoni, Xabi, Mikel y Juancar. Mientras conversábamos de pie alrededor de una mesa alta, el camarero retiró el resto del mobiliario, luego nuestras copas vacías, luego las que todavía contenían algo, finalmente retiró la mesa y echó la persiana. En algún momento se marchó y nos quedamos solos, pero nosotros seguimos en el mismo lugar, de pie, en círculo, sin mesa, sin consumiciones, hasta que alguien miró accidentalmente el reloj…
De lo que quiero hablar, aunque sea dedicando solo unas breves líneas de agradecimiento, es de algo que tiene que ver también con la fotografía, pero con la fotografía documental con mayúsculas: este año hemos invitado a Mikel Sarasola y Eñaut Izagirre con el encargo de que nos hablaran de las expediciones a regiones árticas utilizando como hilo conductor el trabajo fotogáfico de Frank Hurley. La conferencia, titulada “En busca del frío”, me ha encantado. Siempre me ha fascinado la figura de este extraordinario fotógrafo australiano, pero la charla de Eñaut, acompañada del contrapunto de Mikel sobre las expediciones modernas, nos ha permitido recrear las andanzas de aquella gente, de sus recursos limitados y sus capacidades extraordinarias. Vivimos un tiempo en el que las “hazañas” (entrecomillo la palabra porque la acabo de ver repetida hasta el aburrimiento para enfatizar el mérito de la ascensión) en la naturaleza deben ser cuantificadas con escala medible. Un deportista acaba de subir en 17 horas el Everest. Por lo visto, eso debe de ser muy rápido, pero no tan rápido como ha subido el más rápido. Sin embargo, sí que debe ser la ascensión más rápida después de otra ascensión muy rápida, que se ha hecho con un intervalo muy rápido entre las dos y si, además, se cuenta la ascensión previa, también muy rápida, al Cho Oyu, resultaría la vez en que más rápido se ha ascendido sucesivamente a esas dos montañas. Me parece estupendo, cada cual disfruta a su manera.
A este concepto atlético de la aventura, se opone radicalmente lo que nos contaron ayer Mikel y Eñaut. Historias de descubrimiento, de exploración, donde, tanto como la tenacidad en la acción, cuenta la tenacidad en la espera.
Además de las dinámicas escenas desde la gopro de la piragua de Mikel, disfrutamos de las fotografías extraordinarias de Hurley a través de archivos cedidos expresamente para la ocasión por la Royal Geographical Society. Creo que, después de los problemas técnicos de última hora para reproducir esas fotografías, que nos tuvieron en vilo hasta cinco minutos antes de comenzar la ceremonia, la calidad de las imágenes me pareció todavía más extraordinaria.
Gracias Eñaut, gracias Mikel, por vuestra implicación y esfuerzo, ¡Sois unos cracks!

Foto: Andoni Ramos CVCEPHOTO