Sin ellos no sería posible. Sencillamente. O sería todo mucho más complicado y seguro que más pobre. Las razones son diversas, como son diversas su forma de ser, su edad, sus intereses o la forma en la que distribuyen el material en su mochila. Hay muchas cosas que los hacen diferentes, aunque también tienen cosas en común… una de ellas soy yo.
Un compañero de cuerda es (o debería ser) alguien a quien te une una relación especial. Practicamos una escalada cada vez más segura y eso a veces nos hace olvidar algo tan simple, tan básico y tan real como que nuestra vida está en manos del compañero. Literalmente.
Esta media docena de amigos son gente con la que me encanta compartir cuerda. Gente a la que me une la complicidad y la confianza necesarias. Con algunos llevo muchos años escalando, con otros menos. Todos ellos han sido o son tan considerados como para dejar que me ate a sus cuerdas.
¡Muchas gracias, gente!
Andoni pensativo en una reunión. Es de las personas que entienden tanto el valor de hacer algo como el de no hacerlo, la importancia del logro como el de la renuncia y que supeditan cualquier otra condición, cualquiera, al vínculo sagrado de la cordada.
Edu tras una tarde de primavera haciendo deportiva. Si hay algo que define a Edu es la tenacidad. Cuando aprieta, aprieta de verdad hasta desollarse los dedos o hasta que las venas de sus brazos se hinchen a reventar. Le he visto tiritando de frío con aire desvalido en una reunión para luchar un minuto después en un paso duro jugándosela sin concesiones.
Iñigo disfrutando en la Hermana Menor. Escalar con esta gente joven es una gozada. Iñigo es un tipo equilibrado, a su talento físico natural une un saber estar y una afición que lo convierten en un compañero seguro para dar siempre todo lo que vales.
Juancar leyendo la roca en Ziordia. Veterano curtido en mil batallas, de la vieja escuela, dispuesto siempre a todo con un cordino y un par de nudos de los de antes. En su arsenal de artes de escalada el arma secreta es su sonrisa y una calma a prueba de cataclismos.
Xabi concentrado oteando la siguiente presa. Si lo que decía Gullich de que el cerebro es el músculo más importante en la escalada es verdad, a Xabi le irá bien. Es metódico, serio, responsable y, además, tiene físico para escalar lo que quiera. Con un compañero así, es muy fácil escalar.
Jon preparando una reunión en los Galayos. Optimismo y entusiasmo: es lo que transmite Jon en cada empresa en la que se embarca. Ese optimismo y ese entusiasmo que se reflejan en su mirada harán que, cuando las cosas no salgan según lo esperado, nada parezca en realidad tan malo como cabría imaginar.