(Relato galardonado con el «Premio Daniel Esteve» en el concurso Cuentamontes 2019).
Ahora ya, pasado todo, tumbado sobre este mullido lecho y ajeno a vuestras tribulaciones cotidianas, desde la distancia que proporciona la barrera más infranqueable, puedo hacer un relato más o menos ordenado, hasta donde me alcanza la memoria, de aquel acontecimiento tan breve como intenso y determinante para todos. De los detalles objetivos y externos apenas hablaré, tampoco mencionaré los acontecimientos previos que me llevaron a aquella situación, los conocéis de sobra, amigos míos y destinatarios de esta carta. Hablaré únicamente de aquello que viví en soledad, sin compartirlo con ninguno de vosotros a partir del momento en que las circunstancias, absolutamente fortuitas, nos separaron. Puedo hacerlo ahora, pasado el tiempo suficiente y dueño de mi situación, bajo este parapeto invulnerable a las emociones. Seguir leyendo